La pesadilla de la grasa localizada

La grasa localizada es la pesadilla de muchas personas que ven como hay zonas de su cuerpo que se resisten a moldearse por mucho ejercicio, dietas o masajes drenantes que se realicen. Por eso, llegado un momento, dejan de luchar contra algo que no tiene solución con este tipo de técnicas y deciden acudir a un especialista en Liposuccion Vigo.

La liposucción es una técnica bastante sencilla que está precisamente indicada para las áreas en las que se acumula grasa. El paciente se somete a una anestesia local y a una sedación y, tras esto, se le practican unas pequeñas incisiones en zonas que no sean muy visibles. Por dichos cortes entran unas cánulas que llegan hasta los depósitos de la grasa y que la absorben cual si fuera una aspiradora. Estos cortes se suturan y la cicatriz es muy pequeñas, despareciendo en cuestión de meses.

No solo se aspira la grasa, se retiran las células adiposas que son las que acumulan dicha grasa y eso hace que el problema se soluciones de una manera mucho más eficaz. Al no haber este tipo de células o haberlas en menor cantidad, no se va a producir esa acumulación. Esto no quiere decir que no se pueda engordar, pero se podrá decir adiós a la grasa localizada sin una razón aparente.

La intervención es rápida y, generalmente, el paciente se va a su casa ese mismo día, como muy tarde al día siguiente. Tendrá que llevar a cabo unas pautas que le marcará el cirujano y acudir a unas revisiones pero no tendrá más complicaciones. Es frecuente que los primeros días tenga algo de dolor, hay que pensar que algo ha estado removiendo por dentro y es una sensación parecida a la de estar mazado. Pero una vez que se pasa, lo cierto es que merece mucho la pena.

Muchas personas se llevan una decepción al verse en un espejo tras una intervención de este tipo. Cada cuerpo es diferente y mientras que algunos se ven totalmente cambiados, otros no notan mucha mejora. Pero pasados unos días, cuando todo se va colocando de nuevo en su sitio, el cambio es muy notable y la grasa localizada suele desaparecer en su totalidad, salvo casos en los que no es recomendable retirarla toda ya sea porque es mucha ya sea porque por motivos estéticos se considere que es mejor que quede una parte.