Por qué instalar estores en barras de cortina es una decisión acertada

Los estores para barra de cortina cumplen una función similar a la de las cortinas convencionales, con beneficios adicionales: una cómoda apertura vertical, un mayor valor estético, un funcionamiento más simple y eficaz, etcétera. Pero estas ventajas constituyen sólo la punta del iceberg.

 

Uno de los grandes beneficios de estos estores es su compatibilidad con cualquier tipo de ventana. Los estores pensados para barras de cortina están disponibles en un amplio abanico de diseños, estilos y tamaños, fáciles de adaptar a las características del marco de cada ventana.

 

Por lo general, el precio de los estores es más asequible que el de las cortinas, por ser un producto más innovador y desarrollarse a mayor escala, a menudo con modernos materiales sintéticos. Además, la compra e instalación de cortinas lleva aparejadas otras compras: la barra, los accesorios, etcétera, que encarecen sensiblemente su coste final.

 

Por su funcionamiento innovador, esta clase de estores garantizan una comodidad superior. Más allá de su precio económico, la instalación de este producto es fácil y rápida, pues sólo requiere practicar 2-4 orificios en la pared, sin necesidad de utilizar complejos sistemas de poleas y barras de cortina.

 

Por si fuera poco, los estores no son exigentes con el espacio. Gracias a su diseño vertical y enrollable, la extensión de la tela o lamas abarca únicamente el marco de la ventana, permaneciendo pegada a ella, sin suponer un obstáculo para el tránsito de personas, ni para el paso de la luz y la aireación de interiores.

 

Asimismo, los estores son sinónimo de protección contra los rayos ultravioleta. Mientras que las cortinas tradicionales se elaboran en telas naturales de menor grosor, los estores pueden emplear tejidos opacos, capaces de neutralizar eficazmente el paso de la luz solar, garantizando no sólo una mayor privacidad, sino también un ‘escudo’ para el mobiliario, el parqué y otros elementos del inmueble.

Sanxenxo, algo más que una palabra complicada de pronunciar

Sanxenxo es un topónimo que trae de cabeza a más de uno y de una, sobre todo los que no son gallegos. Aunque hay que decir que a algunos gallegos se les atraganta también la pronunciación y se les escucha más de un “Sansenxo”. En castellano no existe el sonido de la x gallega, que es muy similar al de la “sh” inglesa. Por eso, escuchamos a muchos decir “Sansenso” o “Sanchencho” pero, con bastante frecuencia también “Sangenjo” que es la forma “castellanizada” del topónimo y que fue oficial durante algún tiempo aunque no lo es actualmente.

Pero lo de menos es cómo se pronuncie esta palabra, lo importante realmente es todo lo que nos ofrece este lugar, uno de los más atractivos para los turistas de todas partes de España, incluidas muchas zonas de la misma Galicia.

Para empezar, en Sanxenxo encontramos una gran belleza paisajística. El entorno es absolutamente envidiable y dar un paseo por sus rutas o incluso en coche por la carretera general permite disfrutar de vistas de la costa que obligan a detenerse para disfrutarlas con calma.

Uno de los mayores reclamos de Sanxenxo son sus playas, comenzando por la Playa de Silgar, que es una de las playas urbanas más bonitas de todas las Rías Baixas. Está en pleno corazón de la villa y se puede acceder fácilmente ya que la bordea un bonito paseo de más de setecientos metros de largo. Pero en los alrededores del pueblo nos encontramos también con otras playas de gran belleza y de buen tamaño, además de pequeñas calas.

Hoy es complicado encontrar una cala solitaria ya que la costa es muy conocida y hasta los rincones con peores accesos son de sobras famosos y están documentados en multitud de páginas. Pero existen rincones idílicos por los que merece la pena madrugar para coger sitio y disfrutarlos al menos un día de las vacaciones. Las playas principales cuentan con servicios variados que ayudan a un mayor disfrute del día.

Como buen lugar turístico, Sanxenxo cuenta con estupendos restaurantes y hoteles de todos tipos y categorías. Destacan especialmente los spas, que están llenos durante todo el año y que son de los mejores de Galicia. Algunos cuentan con enormes piscinas que pueden usarse durante todo el año al ser climatizadas y con tratamientos de todo tipo para poder darse un capricho durante las vacaciones y cuidarse.

Mi cambio estético

Después de considerarlo detenidamente, he decidido ponerme carillas dentales. Se trata de un procedimiento mínimamente invasivo que mejorará el aspecto de mis dientes sin causar ningún daño. Está deseando ver los resultados, así que busque un Dentista especialista en Carillas dentales Vigo. Llamé y me dieron cita a los pocos días

Tan pronto como entré en la oficina del dentista, pude notar que algo era diferente. El habitual olor estéril fue enmascarado por un tenue aroma floral, y las paredes estaban adornadas con hermosas pinturas en lugar de los habituales carteles dentales.

La recepcionista me recibió con una cálida sonrisa y me condujo a una cómoda silla en la sala de espera. Al cabo de unos minutos, me llamaron por mi nombre y me llevaron a una sala privada.

La dentista me explicó que iba a colocar carillas en mis dientes y que sería un procedimiento mínimamente invasivo. Me aseguró que no se dañarían mis dientes y que el resultado final sería completamente estético.

Opté por las carillas blancas para que mi sonrisa fuera más brillante y radiante. En cuestión de minutos, el procedimiento se completó y ya podía ver la diferencia. Mis dientes parecían más sanos y atractivos que nunca.

El proceso fue realmente muy sencillo. Mi dentista colocó unas cuantas carillas en mis dientes y luego utilizó un cemento de resina especial para pegarlas en su sitio. El procedimiento completo sólo duró unos minutos y no causó ningún daño a mis dientes.

Ahora que mis carillas están en su lugar, me siento mucho más seguro de mi sonrisa. Parecen totalmente naturales, y nadie puede decir que no son mis dientes reales. Además, las carillas han hecho que mis dientes sean más fuertes y resistentes a la caries.