¿Qué factores determinan una cuota de renting?

Las cuotas de renting se definen como las mensualidades a pagar en un contrato de alquiler a largo plazo, y su cuantía no está determinada al azar: el kilometraje estimado a recorrer, el tipo de vehículo o la duración del contrato son factores que alteran el precio final de las cuotas, fáciles de calcular con ayuda de herramientas y recursos online como la Calculadora renting de coches.

 

La duración de un contrato de renting es de 3, 4, 5 ó 6 años como máximo. Se estima que su duración en el mercado español es de 5,7 años, según el Observatorio de Movilidad ARVAL. El tiempo influye de manera drástica en el precio de las mensualidades de este tipo de contratos.

 

Otra variable es el modelo y fabricante del vehículo en cuestión. El renting posibilita al cliente la elección del coche, pero la empresa suministradora deberá adquirirlo al formalizar el contrato, por lo que la cuantía de las mensualidades se encarecerá o abaratará en consecuencia. Los Hyundai i20, Dacia Duster o Skoda Fabia presentarán cuotas de renting más económicas que los Porsche Panamera o Land Rover Range Sport, como es lógico.

 

Los planes de renting contemplan el seguro de vehículo y los gastos de mantenimiento (sustitución de neumáticos, cambio de aceite, etc.). Estos añadidos suponen un porcentaje significativo de las cuotas, que oscila en función del alcance de las coberturas. Decantarse por seguros que cubran un menor número de incidentes y supuestos conllevará un ahorro directo en las cuotas, pero expondrá al cliente a mayores peligros en caso de sufrir cualquier accidente que no esté contemplado en el listado de coberturas.

 

La estimación de kilómetros a recorrer es uno de los factores más influyentes, y está determinado, como los demás, por el propio cliente. En este sentido, se recomienda ‘pasarse de largo’ en vez de quedarse corto, pues si la empresa prepara un plan de renting en base a 50.000 kilómetros recorridos al término del contrato y este se completó con menos (45.000 km, por ejemplo), la compañía reembolsará la diferencia al cliente; en caso contrario, deberá asumir una sanción económica.