AÑO DE REFORMAS

Este año con todo lo de el coronavirus no he podido hacerle a mi madre el regalo de cumpleaños que se merecía y he decidido comprarle unas cortinas plegables para su nueva habitación que ha estado reformando después de que aparecieran unas humedades en las paredes por culpa de las obras que teníamos en el edificio colindante al nuestro.

 

Llevamos de reformas ya unas cuantas semanas porque tuvimos que vaciar dos habitaciones enteras para que nos las pintan los pintores de la obra de al lado y por el momento huelen demasiado fuerte a pintura como para poder habitarla tan rápidamente, por eso tenemos que esperar un poco para poder volver a meter los muebles en cada habitación otra vez. Lo bueno de esto es que así nos podemos ir deshaciendo de cosas que ya se debieron de tirar hace ya bastante tiempo. A mis hermanos ya se les ha dicho que lo que no reclamen o no quieran se va a ir a la basura, en mi casa hay demasiadas cosas que mis hermanos no se llevaron cuando se mudaron a sus respectivos pisos y son cosas que nos restan espacio a mi madre y a mi que somo los que seguimos viviendo en nuestro piso. Durante años no les hemos dicho nada pero ahora ya nos empiezan a molestar porque no nos sobra sitio para guardarles lo que quieran.

 

Por fortuna las reformas ya casi han llegado a su fin y pronto vamos a poder disfrutar de las habitaciones que antes no podíamos utilizar a causa de las humedades que nos habían producido y de los olores que las humedades dejaban. 

 

La habitación a la que me voy a mudar yo, ya fue mi habitación cuando era un niño e iba al colegio pero años más tarde mi hermano mayor me pidió que le cambiase la habitación porque en la que ya habitaba era bastante más grande y a mi en ese momento me daba igual. Incluso para mí mejor porque como soy muy desordenado cuanto menos espacio tenga para tirar las cosas por ahí mejor que mejor.