Los ensayos clínicos son la forma que muchos laboratorios de medicamentos y también muchos institutos médicos tienen para investigar y conocer mejor las enfermedades. Muchos de estos ensayos clínicos tienen como objetivo estudiar los efectos de determinados medicamentos antes de ponerlos a la venta. De este modo, se conocerá si son realmente efectivos, si pueden tener más efectos secundarios de los que se esperan o cómo son tolerados por los seres humanos.
Lo habitual cuando se investiga sobre un medicamento es que este atraviese varias fases. Las últimas fases son las que tienen que ver con los ensayos clínicos. En algunos casos, se estudia cómo el medicamento actúa sobre animales, especialmente en los que tienen mayor similitud con el hombre.
Pero, tarde o temprano, hay que estudiar los medicamentos con las personas para ver si todo lo que se ha simulado en un laboratorio es real o, incluso, para comprobar de nuevo la efectividad de medicaciones que ya están en la calle. Pero, ¿cómo se elige a las personas con las que se experimenta? Estas personas son, ante todo, voluntarios.
Muchos de los ensayos clinicos madrid que se realizan son con personas enfermas. Por ejemplo, es habitual realizar este tipo de estudios con personas que padecen cáncer ya que es un campo en el que se avanza mucho y siempre hay nuevas investigaciones en marcha. Estas personas reciben una información muy completa sobre qué es lo que van a probar y cómo se va a llevar a cabo el estudio.
Entre todos los que se presentan voluntarios se elige a los sujetos más idóneos para la prueba según los criterios médicos. Y, a partir de ahí, a una parte de ellos se les da el medicamento real, mientras que otros van a recibir un placebo y nadie sabrá qué ha recibido. Así, se trata de controlar el efecto sugestión y medirlo en el estudio. Todas las personas participantes son libres de abandonar el estudio en el momento en el que así lo decidan.
Existen también otros estudios que se llevan a cabo en personas sanas. Son estudios destinados, sobre todo, a probar la seguridad de un medicamento. Son llevados a cabo por los laboratorios farmacológicos y los sujetos que colaboran son voluntarios que, en España, deben de hacer la labor de manera altruista. Tan solo se les puede abonar una cantidad de dinero concreta en concepto de los gastos ocasionados por los desplazamientos y por las molestias ocasionadas por los estudios.