Mi tetería vegana

Empecé sirviendo copas con apenas 20 años. Es un trabajo duro al que la mayoría de la gente llega por necesidad. En mi caso no fue una excepción, pero pronto empecé a disfrutar de todo aquello: el contacto con la gente, el ritmo de trabajo, las anécdotas. No es un mal plan cuando tienes esa edad. Pronto empezó a desarrollarse en mi cabeza la idea de abrir un local propio. Pero no se trataría de un negocio nocturno, quería algo más tranquilo.

Todavía pasaron bastantes años antes de que pudiera dar forma a mi sueño. Primero fui socio de otro chico con el que abrí un pub, pero no funcionó: yo quería desvincularme de la noche: ya había tenido suficiente. Quería abrir una tetería vegana, algo radicalmente diferente a lo que había hecho hasta ese momento. Al final, decidí que iría en solitario: más riesgos, pero también más sencillo: todas las decisiones las tomas tú. Pero eso sí, también tuve claro que si lo quería hacer bien debía rodearme de profesionales. 

Porque una cosa es tomar las decisiones y otra dominar todas las parcelas. Yo sabía un par de cosas sobre negocios hosteleros, pero necesitaba que me apoyaran en otras facetas como el diseño y la publicidad. Me puse en contacto con una Agencia de publicidad para que me ayudaran tanto con el diseño del logo, del cartel, de la imagen de marca y con la presencia en redes sociales e internet. Y es que me volqué a fondo con la tetería. Invertí la mayor parte de mis ahorros porque sabía que de hacerlo, había que hacerlo bien.

La elección del local, la decoración y los proveedores corrieron de mi cuenta. Llevaba varios años interesado en la cultura del té y ya había estado en muchos países en los que el té es algo más que una bebida. De hecho, estuve en contacto con unos amigos japoneses que me ayudaron mucho en la puesta en marcha del negocio. Pero para todo lo relacionado con el marketing confíe en una Agencia de publicidad que ya había tenido mucho éxito en negocios similares al mío. Todo un acierto.

Los nuevos expendedores 

Nunca había visto tantas máquinas expendedoras vendiendo tantas cosas curiosas. Es una de los cientos de particularidades que tiene Japón. Nosotros nos acostumbramos a comprar unas latas pequeñas de unos 25 centilitros de café con leche. Como era verano apetecía café frío y no teníamos que entrar en un local a pedirlo. Tan solo acercarte a una de los miles de máquinas que abundan por todas partes y comprarlo ahí. Recuerdo, por cierto, que también vendían tabaco en máquinas expendedoras por la calle… 

Como diría Homer Simpson en el capítulo que va a Japón con su familia “nos llevan años de ventaja”. Él lo dice cuando usa el retrete de un hotel, pero se puede extrapolar a otras cosas, claro. Cuando volvimos a España miré las máquinas expendedoras de otra manera. Y cuando un día encontré una que vendía centrallechera asturiana me hizo mucha gracia porque me acordé de aquel fantástico viaje.

Efectivamente, en España cada vez se encuentran máquinas de este tipo más complejas, con sistemas más seguros y más variedad de productos. Un aspecto interesante es el del dinero. ¿A quién no le ha tragado alguna vez el dinero la máquina sin habernos entregado la compra? A veces había hasta que rezar un Padre Nuestro y dos o tres Ave Marías para que cayera la bolsa de gusanitos o los caramelos. Pero ahora cuentan con sistemas que han reducido los fallos.

Pero lo mejor es que también ofrecen más cosas además de chucherías y bebida. Encontrar centrallechera asturiana en un expendedor es solo el principio. Y, además, con todo esto del virus muchos van a preferir comprar algo en una máquina por la calle que no tener que saltarse la distancia de seguridad para tomar el café en la barra, con decenas de asintomáticos y vectores de contagio alrededor.

De todas formas, no somos japoneses y nunca lo seremos. Y tampoco hace falta que lo seamos. A los españoles nos gusta el contacto social y supongo que cuando esto acabe la gente volverá a los bares. Pero mientras tanto bienvenido sean los cafés fríos tokiotas por la Gran Vía de Madrid.

Give your girl some sneakers that fit her lifestyle

Are you looking for a gift for your partner that is more than just a gift? Do you want to show him with your present that you understand and respect his philosophy of life even if you don’t share it? Well, a good way to do it is to buy vegan women’s sneakers for a girlfriend who has chosen that lifestyle and who wants to go, little by little, introducing changes in her life.

With authentic vegan shoes made one hundred percent without products of animal origin, you will be telling your girl that you have understood one hundred percent that being vegan is not only a way to eat, it is also a way of life, a philosophy that applies to all areas of life and that is why, when you have wanted to choose a gift for her, you have taken into account not only the design or the color, but also the way in which it was made.

Although until very recently it was difficult to find vegan shoes and the few that could be seen were so expensive that most could not afford them, today you can find very modern and cheap shoes that are made of materials of non-animal origin, such as organic cotton. Besides not having animal origin, cotton is a very pleasant and skin-friendly natural fiber as it allows perspiration.

Cotton is not only vegan, it is also 100% organic, so it will please you even more. If above it is eco-friendly shoes, that is, ecological in all its materials, you will be facing a perfect product for that girl committed to animals, the environment and the planet on which she lives.

A good example is cotton sneakers with jute soles. A star garment for the summer that in addition to being a trend could not be more ecological. Another alternative is the soles made of natural rubber, a good alternative to enjoy different styles of shoes according to the tastes of each person.

Of course, make sure that the fashionable colors in which they are presented are made with natural dyes and that they do not contain chemical glues, but that the soles are sewn to ensure that everything is in accordance with the environment. A gift with which you will succeed and that will make your girl fall in love with you even more.

RETURN TO THE SKATES 

The last time I bought some shoelaces, I bought them thinking about some skates that I have and that their laces had been good for a quick change. It seems not, but the skates are destroyed much more than people think. Because many times you do not brake with the corresponding brake and wear the leather of the boot, or when you fall the boots also wear a lot.

It’s been a few years since I used my skates, mostly because I have no one to skate with, when I was a child I used to go at night with my aunt and one of my cousins ​​and we would spend it as dwarfs, mostly because the rink It was on the promenade of one of the largest beaches in our city and when going at night it gave us the opportunity to skate all along the promenade without disturbing anyone, since the promenade was almost always empty.

The last time I went skating was with a group of friends but only two of us skated, a friend’s girlfriend and I, because the rest didn’t even know how to stay on their feet without falling. And it does not matter how many times you try to teach them because they lack sufficient balance, which in this skating is a fundamental part.

I have to remember one day to lower my skates to the trunk of the car, because it is not the first time that I think about going skating but I cannot because I do not have the skates in the car and I was very lazy having to go home to pick them up and get back in the car. Now I just have to think about where I have the skates stored because since I haven’t used them for so long, I have them a little out of place.

I think going back to skating is going to be very useful for me to do a little exercise, because since I closed the gym last year it is not that I am doing too much exercise and it would do me good to lose a little weight with a little effort.

BUSCANDO UN BUEN DENTISTA

Dentro de poco me parece que me voy a tener que buscar un dentista en vigo porque me está saliendo otra muela del juicio y me parece que esta me va a hacer más daño que la anterior que me había salido. Pero como hace ya bastante tiempo que no voy a un dentista, al que iba se jubiló y ahora estoy obligado a tener que buscar uno que me dé la suficiente confianza.

 

Gracias a dios nunca he sido de esas personas que tienen que ir al dentista cada dos por tres, y me he vanagloriado de tener una salud dental envidiable desde siempre. Aunque una amiga que tengo que trabaja como asistente en una clínica dental me dice que debería de ir por lo menos a las revisiones periódicas que hay que hacer cada año, pero no lo considero necesario, mientras no me duela no creo que vaya a un dentista.

 

A muy poca gente le gusta ir al dentista, y eso es normalmente porque la gente suele tener miedo a que le hagan daño con las diferentes herramientas de que disponen los dentistas. Incluso conozco gente de mi pandilla que a pesar del dolor que sufre cuando está mal de un diente prefiere sufrir unos días a tener que ir al dentista. Pero yo no soy de esa opinión, tiene que haber un límite para el dolor que hay que aguantar hasta tener que ir al dentista si o si.

 

Cuando era niño fuí al dentista y para enderezarme un diente el dentista pretendía sacrificame unas cuantas muelas a lo que no estábamos dispuestos ni mi madre ni yo, hoy en día sigo con ese mismo diente torcido pero por lo menos conservo el resto de mis muelas y así espero que siga durante mucho tiempo. Las muelas del juicio no me importa que me las quiten porque por norma general solamente molestan y duelen cuando salen. Ojalá que lo de mi muela del juicio solo sea un pequeño avisó como ya me ha pasado con otra que parecía que iba a salir pero que al final no fue así.

Tres tipos de cortinas perfectas para lugares muy concretos

Las cortinas o persianas venecianas son un clásico que siempre se mantiene de moda. No han dejado de llevarse nunca y en las casas de ahora, prácticas y con acabados minimalistas, han ganado muchos puntos porque son muy fáciles de limpiar y también de instalar.

No hay que preocuparse de descolgarlas y lavarlas, solo de pasarles un plumero cuando se hace la limpieza diaria o lavarlas con una esponja y jabón cuando se quieren tratar en profundidad, recordando siempre que tienen que quedar perfectamente secas al acabar.

cortinas venecianas de aluminio: Son económicas y muy personalizables ya que el aluminio podemos encontrarlo en prácticamente todos los colores. Tienen una buena resistencia a la humedad, pero una vez que esta ha comenzado a hacer mella pueden deteriorarse con cierta rapidez. Por este motivo, las venecianas de aluminio se recomiendan para la sala de estar o para un dormitorio, donde hay menos humedad y el color puede ser más importante.

Le dan a la habitación un aire muy juvenil pero no son las ideales para niños porque pueden tratar de doblarlas para ver hacia afuera y, aunque son flexibles, si se hace sin cuidado puede acabar saltando el esmalte.

-Cortinas venecianas de PVC: Muy parecidas a las de aluminio, pero bastante más flexibles y mucho más resistentes a la humedad. Por este motivo es frecuente encontrarlas en la cocina o en el cuarto de baño, estancias en las que la humedad siempre es mayor.

Al igual que las venecianas de aluminio se encuentran fabricadas en serie en muchos tamaños distintos y también en muchos anchos de lama. No son caras y se encuentran en diferentes tonos, lo que hace que encajen en cualquier ambiente.

-Cortinas venecianas de madera: Son las más elegantes y también las más caras, pero por su aspecto encajan más bien en viviendas de campo o en decoraciones rústicas. También pueden encontrarse en casas muy elegantes en las que la madera tenga un gran protagonismo. Pueden estar colocadas prácticamente en cualquier habitación ya que en las casas rústicas incluso pueden ser el único tipo de persiana en toda la casa.

Podemos encontrarlas en diferentes calidades, con distinta madera para su elaboración y también con acabados de barniz variados. Aunque se pueden encontrar fabricadas en distintos tamaños, es más habitual encargarlas a medida, ya que así quedarán perfectas en la ventana.

CASI TODO APLAZADO

Con todo esto del coronavirus mucha gente ha tenido que posponer muchas cosas que tenían pensadas para hacer este año. Por ejemplo, tengo un amigo que este año se iba a ir a Madrid a estudiar un Grado en Bellas Artes, Experto en Diseño Digital y Producción Visual Madrid, pero ya nos ha comunicado al grupo de amigos que hasta el año que viene o dentro de dos años ya no va a ir a estudiar, dice que prefiere que todo esto pase y sentirse seguro que es precisamente lo que ahora mismo no siente. Y como él muchas otras personas este verano no van a desplazarse por el temor y la inseguridad que se vive en la sociedad durante los últimos tiempos. 

 

Pero aunque haya desconfianza parece que dentro de poco va a volver de nuevo el campeonato de liga, y aunque los partidos vayan a ser a puerta cerrada, eso nos dará por lo menos una pequeña distracción para poder sobrellevar esto de la desescalada. Por lo visto, los jugadores no están todos de acuerdo con poder volver con las suficientes garantías de seguridad para no contagiarse entre ellos. Pero todos sabemos el dinero y los intereses que este deporte mueve, ya no solamente en españa sino en el mundo entero, y en casi todos los ámbitos están haciendo todo lo posible para poder acelerar la vuelta del fútbol. Y con la vuelta de la liga por lo menos nos traen de vuelta la ilusión de poder jugar a la quiniela y tener la oportunidad de ganar un dinerillo inesperado. Personalmente creo que me hace más ilusión de que vuelva la quiniela que de que vuelva la liga.

 

Esperemos poder volver todos a nuestros planes que han sido truncados con todo esto del coronavirus, sean cuales sean. Porque nosotros tenemos la necesidad de poder seguir con nuestras vidas con la misma naturalidad con la que lo hacíamos antes de que esta pandemia no haya obligado a recluirse en nuestras casas. Ojalá todo esto pase lo antes posible y pronto podamos olvidarnos de estos meses tan negros que estamos viviendo.

Encontrar la felicidad 

Para ser feliz hay que esforzarse. Mucha gente piensa que la felicidad pica a tu puerta un día, pero no es así. Hay que moverse, indagar y descubrir. Si una persona no se siente bien, de nada sirve caer en la tentación del victimismo y la queja. Hace tiempo leí a una persona que decía haberse pasado todo un día sin quejarse por nada. Y que su vida había cambiado. ¿Parece exagerado? Yo creo que no.

Y para ser feliz también se necesita valentía. A veces sabemos lo que queremos, pero nos da miedo a ir a por ello por el qué dirán, por cobardía. Yo no me sentía bien con mi físico, era profundamente infeliz por ello, pero me negaba a admitirlo porque entendía que eso me hacía débil. Porque una tiene que aceptarse a sí misma hasta cierto punto. Si hay algo de tu personalidad que no te gusta, ¿no es mejor cambiarlo si tienes la posibilidad? Porque una cosa es aceptar nuestros defectos y otra convertir los defectos en virtudes, algo muy habitual hoy en día. 

Yo me negué aceptar mi físico porque podía cambiarlo, porque al final entendí que eso me iba a ayudar a ser más feliz. Decidí que quería hacerme una liposucción papada y busqué información. Porque tomar una decisión de este tipo es solo la primera fase. Actualmente, existen cada vez más clínicas especializadas que ofrecen esta clase de tratamientos. Por eso, hay que saber cribar y quedarse con un centro que se adecúe a lo que buscamos.

Por mi experiencia os puedo decir que lo mejor, sobre todo si es la primera vez que vais a pasar por el quirófano para una operación estética, es que no solo busquéis una clínica con experiencia y buenos profesionales (eso es obvio) sino que tratéis de encontrar a un cirujano que os dé confianza, que empatice con vosotras. 

A pesar de que yo estaba totalmente decidida a hacerme la liposucción papada, siempre surgen dudas en el último momento, es normal. Me entró un poco de ansiedad y por eso agradecí muchísimo que en la clínica me trataran con tanta delicadeza. Y sí, ahora soy más feliz, porque lo busqué.

En la variedad está el gusto 

Estaba buscando por la red una receta para un postre de tipo de americano con el que tenía dudas. Encontré la entrada de un blog antiguo que escribía una chica cuya cara me sonó. La entrada debía tener unos diez años y se notaba antigua por bastantes razones, también por el propio diseño del blog usando las plantillas de Blogger que ya pocos usan. El caso es que después me di cuenta de que la chica es una repostera que después empezó a salir por la televisión.

En el post hablaba sobre el postre que a mí me interesaba dando algunas recomendaciones sobre los ingredientes. Llamaba la atención que se quejara de que muchos de ellos eran difíciles de encontrar… en aquel momento. ¡Cómo ha cambiado el tiempo! En concreto, se refería a que no podía encontrar por ningún lado mantequilla sin lactosa. Y hablaba también sobre su intolerancia y la escasez de productos aptos para ella.

Yo no soy intolerante a la lactosa, pero tengo un hijo pequeño que sí lo es y desde hace tiempo vengo comprando esa clase de productos. Por eso, cuando hago un postre tengo que buscar ingredientes muy específicos para que mi hijo también lo pueda tomar. Pero yo no tengo tantos problemas como la chica del blog. Los tiempos han cambiado y 10 años después es mucho más fácil encontrar mantequilla sin lactosa en un supermercado. Y si no, también lo encuentras por internet sin ningún problema. 

De hecho, en algunos supermercados ya hay incluso secciones especiales para alérgicos e intolerantes. Muy conocida es esa cadena de supermercados que empezó a distribuir alimentos sin gluten lo que fue muy bien recibido por los intolerantes que lo tenían bastante difícil para completar la cesta de la compra.

Y en mi caso tampoco me puedo quejar. A buen seguro que la cocinera del blog ya puede ir al súper y comprar la mayoría de los ingredientes para sus curiosos postres. Bien es cierto que a veces se complica tanto que siempre hay algo que falta. Por cierto, mi postre americano salió estupendo.

El arte de lo sencillo 

Vivimos en un tiempo en el que lo que se presenta como más complicado y con nombres más raros parece más innovador, avanzado y eficaz. Pero muchas industrias tradicionales siguen de actualidad aportando su granito de arena. ¿Habéis pensado alguna vez en la cantidad de sectores en los que están presenten los cordones?

Desde juguetes, a embarcaciones, desde envases a raquetas. El cordón es un elemento básico y sencillo pero que requiere un alto de grado de eficacia para cumplir su función. Si os gustan la historia de la marina ya sabréis la importancia que tienen las cuerdas y los cordones en este sector. Un Fabricante de cordones debe atender con gran esmero en este ámbito por la peculiaridad de las condiciones que tienen que soportan estos materiales, constantemente expuestas a la humedad y la sal.

En el polo opuesto de la marina están las raquetas. El cordaje es un punto esencial en esta industria. Si eres un mero aficionado tampoco le darás mucha importancia, pero para un profesional el cordaje es clave en su juego hasta el punto de que una mínima alteración en el material o en la tensión puede afectar al juego de cada deportista. Y eso, los Fabricante de cordones lo saben y tratan de ofrecer los mejores materiales y servicios para satisfacer las demandas más exigentes. 

No obstante, es el sector del packaging uno de los más boyantes en esta industria. Si bien los comercios tradicionales se han visto afectados por el comercio online, los productos deben seguir envasados como siempre han estado. E incluso se presta más atención al diseño de los paquetes en los que se guardan las compras. Sucede habitualmente en las tiendas más exclusivas que tratan de aportar ese plus con el diseño de las cajas y los envases en los que los cordones, a menudo, tienen una participación importante.

El arte de lo sencillo es, en este caso, seguir ofreciendo el mejor servicio en un ámbito tradicional como el de la manufactura de cordones pero sin perder de vista las innovaciones y los cambios que se producen en los diferentes sectores.