Este mes no va a poder ser pero dentro de poco ya vamos a hacer una fiesta como es debido en nuestro sitio habitual de las fiestas, que últimamente lo tenemos ocupado por unos obreros que están trabajando en la rehabilitación de la calle. Cuando nos enteramos de que nos iban a usar el solar donde hacemos las fiestas en su almacén, no nos pareció demasiado bien porque ahora tenemos que esperar a que terminen para poder disfrutar del solar. Allí hacemos nuestros churrascos, y nos salen bastante bien de precio, ya que enfrente los padres de uno de mis amigos tienen un bar y nos consigue bastante buena carne ya que tiene un buen distribuidor de cerdo congelado para hosteleria. No hace mucho celebramos allí el cumpleaños de una amiga, pero aunque la zona en la que solemos comer estaba libre, el resto del solar se había convertido en un barrizal ya que de tanto entrar y salir el volquete ha destruido un poco el terreno.
En nuestra pandilla nos sentimos muy privilegiados por poder disfrutar de este solar cuando queramos, porque no mucha gente puede hacer fiestas y churrascos en un lugar acondicionado para ello en el centro de la ciudad. Hoy en día con todo esto de tener que guardar la distancia de seguridad y todo eso, no me apetece tener que ir a un restaurante a cenar donde no corre el aire. En nuestro galpón no tenemos ese problema ya que el aire no deja de correr en todo momento, por lo que allí me veo mucho más protegido que en otros supuestos locales donde tienen medidores de CO2. Aunque me parece que lo de los medidores de CO2 es una cosa inventada por algún amiguete de algún político de turno para hacer dinero a costa de las necesidades del resto. Porque hasta bien avanzada la pandemia no se le había pasado a nadie por la cabeza algo parecido.
Sea como sea espero que los obreros terminen rápido las obras que tienen que hacer y que se vayan lo antes posible y nos dejen disfrutar del solar a nuestro gusto.