El otro día en el pediatra recibimos una información que nos cambió un poco la cara: “el niño tiene que empezar a comer de todo”. Cuando un bebé cumple los 12 meses, se supone debe empezar una alimentación ‘normal’… normal en el sentido de que puede comer de todo, pero adaptado a su edad, claro. Es decir, todavía no está preparado para una fabada, cachopo, café, copa y puro, pero sí puede empezar a probar de todo.
El problema para los padres es que el trabajo se dobla: “ya da bastante trabajo un bebé, que ahora tenemos que cocinar para él todo tipo de platos, de los cuales apenas va a comer nada al principio”… Cuando llegas al final del día sin un gramo de energía, no apetece mucho ponerse a cocinar, pero así son las cosas.
¿Y qué podemos hacer para ahorrar un poco de tiempo, teniendo en cuenta que ya estábamos muy apurados antes del cambio de alimentación? Comer lo mismo que el coma. ¿Para qué hacer tres comidas diferentes cuando podemos hacer una sola? No hay mejor forma de ahorrar tiempo, aunque sea a costa de dejar algunos caprichos a un lado.
Hemos desempolvado nuestra gm olla, hemos creado una plantilla para ordenar y tener controladas las comidas y también hemos tratado de desempolvar nuestros conocimientos culinarios. Hay que tener en cuenta que pasamos los últimos meses haciendo purés de verduras, carne y pescado, además de fruta molida. No se tratan de ‘recetas’ muy complicadas. Pero el niño ya tiene que empezar con la comida sólida lo que requiere un poco más de tino entre fogones.
Los niños pequeños deben comer lo más sano posible, esto es obvio. Los adultos también deberíamos, pero quien esté libre de pecado… Pero para nosotros, en esta fase de nuestras vidas, no hay mal que por bien no venga: vamos a comer más sano que nunca: ni sales, ni azúcares añadidos, solo alimentos naturales cocinados de forma natural, gracias a nuestra gm olla. Este verano vamos a ser la envidia de las playas luciendo nuestros cuerpos gestados no en el gimnasio, sino en la cocina para niños pequeños.