Cada vez me quedo más perplejo cuando veo que no soy el único que tiene como tradición comer pizzas todos los domingos. Y la he tomado como tradición porque es una comida que entra bien al día siguiente de haber salido por la noche. La resaca por norma general no es que te dé demasiado apetito y la pizza es una comida que es ligera, está rica y lo que sobre del mediodía está bueno a la noche también.
La pizza que suelo comer siempre es de jamón cocido con Queso Gouda, ya que me parece que la pizza de jamón y queso es la mejor. No me van los sabores fuertes en la pizza, salvo el beicon que es algo que no suele haber en mi casa muy a menudo.
Otros amigos míos me han comentado que a ellos, como no les gusta cocinar los domingos también decidieron que cada domingo se iban a comprar las pizzas que a cada uno les gustasen. Y cuando fui de viaje a ver a una pareja que se tuvieron que ir a vivir a otra ciudad por trabajo, el domingo también comimos cada uno su pizza. Y ellos me reconocieron que lo de comer pizza los domingos también es algo tradicional para ellos, ya que trabajan toda la semana y cuando llega el domingo no les apetece para nada cocinar. A mi me vino de lujo que a ellos también les guste mi tradición, y además también había la condición de que los tres habíamos salido la noche anterior.
Me gustaría ir a preguntar a alguna pizzería si los domingos tienen mucho más trabajo que en el resto de los días de la semana. Estoy bastante seguro de que es así, porque si en un grupo tan reducido como el de mis amigos, unos cuantos comemos pizza los domingos, es lógico pensar que otras muchas personas piensen de la misma manera que nosotros.
Menos mal que ya quedan pocos días para poder disfrutar de la pizza de los domingos, me paso toda la semana esperando que llegue ese día solamente por la pizza.