Si hay algo más complicado que organizar un menú de cena cuando se conoce a la gente es hacerlo para personas a las que prácticamente no se conoce o se desconocen totalmente sus gustos. Es el caso de que toque organizar una cena de compromiso con personas con las que se tiene un cierto trato pero no un gran conocimiento.
Hoy, las primeras preguntas que se vienen a la cabeza de cualquier persona es si es posible que tengan algún tipo de intolerancia o que puedan ser veganos. Si es posible, se deben de preguntar estas cosas para poder realizar una cena especialmente adaptada.
Si alguna de las personas tiene una intolerancia lo más adecuado es realizar un menú que con contenga los alimentos que pueden darle problemas. De este modo, la persona se sentirá cómoda pudiendo comer de todo con tranquilidad y sintiéndose uno más en la mesa.
En el caso de personas vegetarianas o veganas basta con realizar una cena en la que los productos con origen animal estén siempre claros y haya opciones para poder servirse comida totalmente vegana sin equívocos. También se puede organizar un menú totalmente vegano, aunque es algo arriesgado, especialmente si no se tiene práctica realizando platos sabrosos sin carne.
Si se tiene claro que se puede realizar un menú con todo tipo de alimentos lo mejor es elegir productos de muy buena calidad cocinados de manera sencilla y sabrosa. Si un pescado o una carne son buenos no necesitan demasiados aliños para sacar a relucir todo su sabor.
Cuántas más cosas se añadan en los platos más posibilidades hay de que algo no guste y uno de los invitados se quede sin comer. Por eso, la sencillez puede ser clave. Aunque no hay que confundir sencillez con platos sosos o desangelados.
Para los aperitivos del principio lo mejor es ofrecer varias opciones ligeras, sabrosas y atractivas. Hoy hay en el mercado algunos tipos de caviar más económicos y que son realmente sabrosos que son una opción perfecta para poner algo especial y elegante sin que el presupuesto se resienta demasiado.
Jamón de calidad, un buen queso y algunos productos típicos de la tierra son más que suficientes para quedar muy bien incluso con los invitados más exigentes. Y recuerda que no es necesario servir grandes cantidades para comenzar a comer, ya que se trata tan solo de abrir boca.
Para continuar, un plato de pescado y uno de carne ya sea seguidos o a elegir, son la apuesta segura para una cena de éxito que, como no podría ser de otro modo, debe de estar coronada por un postre ligero y sabroso, como por ejemplo un sorbete.