Las pólizas de salud privadas presentan una serie de ventajas frente a la sanidad pública, como un extenso cuadro médico o la mayor inmediatez en la atención y los diagnósticos. Este mercado es amplio, por lo que elegir entre los Seguros médicos privados adeslas, Sanitas, Ocaso y de otras entidades de prestigio no es tarea fácil.
Para acertar en la elección, es recomendable considerar las propias necesidades, pues no todas las pólizas son iguales. Los seguros con copago se adaptarán a las necesidades de quienes acuden al médico con regularidad, mientras que los de reembolso convendrán más a quienes recurren a los servicios médicos con menor asiduidad.
El siguiente aspecto a revisar es la disponibilidad de las prestaciones requeridas por el interesado, que dependerán de su edad, sexo y condición particular. Las embarazadas tendrán unas necesidades específicas muy distintas a los de adolescentes, ancianos, etcétera. Por consiguiente, debe revisarse el listado de coberturas y tratamientos ofrecidos por la póliza en cuestión, estudiando con especial cuidado aquellas intervenciones cuyo acceso esté limitada por un periodo de carencia.
De hecho, el periodo de carencia puede generar conflictos entre los intereses del usuario y los de la compañía aseguradora. Para evitar este problema y descartar las pólizas menos flexibles en este apartado, es aconsejable revisar qué tratamientos y servicios están sujetos a un periodo de carencia.
La solvencia de la entidad aseguradora no es una cuestión baladí. A los asegurados les conviene contratar con una entidad fuerte y saludable desde un punto de vista financiero. En este sentido, la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA) proporciona recursos informativos útiles.
Por último, el precio del seguro de salud privado debe analizarse con detenimiento, preferiblemente estableciendo una comparación con el resto de las empresas del sector nacional. Este marco referencial ayudará a identificar los máximos y mínimos en el precio de las pólizas.