Si algo de tu cuerpo no te gusta, no te resignes y lucha por cambiarlo. Es bueno estar contento con uno mismo y a veces hay pequeños detalles que nos impiden estar totalmente felices con el aspecto físico. Si crees que hay algo en tu cuerpo que necesita cambiarse, ponte manos a la obra paso a paso:
-Si se trata de un problema de acumulación de grasa en una zona concreta, el primer paso es intentar eliminarla con ejercicios específicos. Hay tablas de entrenamiento especialmente pensadas para la barriga, las cartucheras o para reforzar los brazos.
No obstante, a veces el ejercicio no da resultado y es el momento de platearse visitar una clínica estética Vigo e informarse sobre las oportunidades que ofrece la lipoescultura. Esta técnica, que en muchos casos puede realizarse con anestesia local, permite aspirar la grasa acumulada en un área concreta del cuerpo y conseguir una figura mejor dibujada.
-A veces el problema es que falta. No siempre se trata de quitar lo que está de más, en ocasiones lo que se desea es conseguir un mayor volumen por ejemplo en glúteos o en senos. Esto es posible mediante la introducción de implantes.
Para esto hay que visitar a un cirujano plástico que será el que ofrezca sus consejos sobre el tamaño de pecho o de glúteos más indicado para cada persona para que quede proporcionado. También informará sobre qué se puede obtener realmente con la operación y el proceso que se llevaría a cabo durante la misma y en el post operatorio.
-Cambiar definitivamente rasgos. Es el caso de personas que tienen un mentón muy afilado o una nariz que les desagrada. A veces, como en el conocido caso de la reina de España, estas dos operaciones van unidas para darle a la cara una mayor armonía. También se pueden realizar otras modificaciones, como afilar el rostro si se tiene la cara demasiado redondeada o variar la línea de nacimiento del pelo.
Cualquiera de estas intervenciones hace que el aspecto del rostro varíe y en la mayoría de los casos se acaba con un complejo que es fácil de solucionar, con una operación rápida y que no implica demasiados riesgos. Además, hoy estas intervenciones son mucho más económicas, por lo que están al alcance de la mayoría de las personas, pudiendo incluso financiarse en cómodas cuotas.