Llegaron tímidamente, siendo algo de lo que se hablaba pero a lo que raramente nos invitaban a nosotros. Pero hoy es mucho más habitual que se celebren bodas y en la invitación se especifique que no pueden ir niños. Especialmente, si las bodas son por la noche.
Ante este tipo de invitaciones hay diferentes reacciones. Algunas personas se alegran francamente porque se ahorran el tener que ir a por ropa y comprar complementos de ceremonia para niñas además de tener que pagar mucho más por los cubiertos de unos niños que, seguramente, no van a comer prácticamente nada. Además, disfrutarán de una noche sin niños, lo que les supone un soplo de frescura.
Otros, sienten que se les está obligando a elegir entre estar con sus hijos o acudir a la boda. Y pueden sentir que es un problema dejar a los niños con alguien esa noche, o contratar a una persona para que los cuide. Incluso pueden no acudir a la boda si no pueden ir con los niños.
También están los que, directamente, eligen ir con los niños y saltarse la prohibición. Pero esto es algo en lo que prácticamente todo el mundo está de acuerdo en que no es correcto, ya que cuando a alguien se le invita con unas normas, puede aceptarlas e ir o no aceptarlas y no ir, pero lo que no se debe de hacer es poner a los novios en una situación incómoda en un día tan especial.
Lo cierto es que muchos novios ante la petición de personas cercanas, acaban contratando a una persona para cuidar a los niños durante la cena para que los padres puedan disfrutar y estos no estén correteando entre las mesas. Pero otros continúan firmes en su decisión. Los motivos que esgrimen son que el horario de la cena no es un horario infantil y los niños acaban con sueño, llorando y molestando a muchos invitados porque se aburren. Sobre todo si se trata de una cena con cierta etiqueta. Estos novios son contundentes afirmando que nadie lleva a los niños a una cena con los compañeros de empresa o a una salida nocturna a bailar, ¿por qué a una boda? Si la boda es de cierta etiqueta, se une además el hecho de que los propios niños no estarían cómodos.
Y tú, ¿qué opinas sobre las bodas sin niños?