¿Has probado ya la Leche semidesnatada sin lactosa? Es la opción favorita de la gran mayoría de los intolerantes a la lactosa, porque tiene todo el sabor de la leche, un poco menos de grasa y nada de lactosa. Con esta proporción parece un alimento ideal y lo cierto es que lo es.
La leche semidesnatada sin lactosa es una buena opción para toda la familia cuando hay intolerantes en ella. Permite que los más pequeños tomen una leche que aporte algo de grasa y que los mayores se cuiden un poco más que con la leche entera. Además, el sabor es prácticamente igual al de la leche entera, por lo que resulta deliciosa.
Una muestra de que la leche semidesnatada suele ser la mejor opción es que la usan en muchos establecimientos de hostelería. Así, tienen una opción que convence a la gran mayoría de sus clientes, tanto aquellos que quieren mucho sabor en sus cafés como a los que prefieren cuidarse un poco y renunciar a la grasa. Los hosteleros la eligen también porque saben que el sabor y la textura de sus cafés no se van a ver alterados.
Esta leche es perfectamente válida para cocinar todo tipo de postres, como por ejemplo las deliciosas torrijas de Semana Santa. Para prepararlas necesitas un litro de la leche sin lactosa que se debe de poner a hervir junto con una rama de canela, una cáscara de naranja y una de limón y media taza de azúcar.
Necesitas también una barra de pan del día anterior que se corta en rebanadas. Se pasa cada rebanada por la leche ya casi fría durante unos segundos y se dejan en una bandeja para que se empapen durante al menos una hora.
Se baten dos huevos y se van rebozando las torrijas en el huevo. A continuación, se fríen en aceite muy caliente y abundante. Se espera a que se doren muy ligeramente por un lado y se les da la vuelta para que ocurra lo mismo por el otro. Al sacarlas de la sartén se espolvorean con azúcar.
Las torrijas se consumen cuando ya están frías. Aunque esta es la receta tradicional hay muchas variantes de la misma. Por ejemplo, en algunas zonas a la leche se le añade un generoso chorro de anís, dándoles un toque muy especial. Otros añaden otros tipos de licores. También aceptan crema o nata por encima.