A la gente le encantan los coches personalizados, pero muchos no saben cómo hacerlo o no tienen el suficiente tiempo para comprar un vehículo y tunearlo a su gusto. Por eso, hay quién ha visto en esto un negocio. Por un lado, buscan vehículos de ocasión que adquirir a buen precio. A continuación, lo personalizan y le añaden algunos extras para que el coche quede totalmente diferente a cualquier otro que se haya podido ver y se vende consiguiendo una ganancia.
Pero hay que tener cuidado al realizar este tipo de negocios. Para empezar hay que elegir bien el coche que se compra para personalizar. Un Opel de ocasión puede resultar muy barato, pero solo tendrán salida los modelos que gustan a los jóvenes, como el Corsa, o que se han convertido ya en clásicos, como el Kadett en sus versiones más deportivas.
El precio de compra del vehículo debe de ser económico y este no tiene que presentar fallos importantes. Por ejemplo, debe de tener en buen estado el chasis y el motor. Otras cosas, como la tapicería o algunos problemillas en la chapa pueden no ser tan importantes ya que se arreglarán fácilmente cuando se personalice el vehículo.
Hay que conocer bien los mercados, porque estamos ante un sector que va por modas. Al personalizar el vehículo hay que tener muy claro cuánto es lo máximo que vamos a poder obtener en la venta, ya que hay detalles que pueden estar muy bien y que le pueden dar una gran personalidad al coche, pero que no van a tener una especial relevancia en el precio final salvo que encontremos a un comprador muy caprichoso que se enamore de ese modelo en concreto.
Se trata de conseguir la máxima personalización pero invirtiendo una cantidad de dinero razonable que permita obtener beneficios. Para eso, el coche debe de gustar a un amplio sector de gente tanto por su aspecto como por su valor. Así, se venderá rápido que es otra de las cosas que suelen ser importantes en este tipo de negocio porque en la mayoría de los casos, mientras no se venda un coche no se puede comprar otro para continuar con los trabajos.
Muchos aficionados al tunning y mecánicos se dedican a este tipo de actividades fuera de sus horas habituales de trabajo para sacarse un sueldo extra, siendo menos frecuente que lo hagan como negocio principal, pero en otros países existen talleres especializados que se dedican a este tipo de trabajos.