Si has heredado una antigua casa familiar o te has enamorado de una casa en el centro histórico y no has podido resistirte a adquirirla es el momento de contactar con una buena empresa de rehabilitación. Los edificios históricos o muy antiguos no permiten una reforma convencional y para trabajar en ellos es necesario tener conocimientos específicos, tanto de su arquitectura y de los materiales que contienen como de las normas que pueden existir para su rehabilitación.
En determinados barrios históricos hay elementos que hay que mantener, por ejemplo las ventanas exteriores de las fachadas, que en algunos casos tienen que ser obligatoriamente de madera y no pueden ser sustituidas por otras más efectivas de aluminio. No obstante, puede permitirse colocar contras para ayudar a aislar mejor el frío o el calor.
Cada barrio, cada pueblo o cada zona tienen unas particularidades que es importante conocer. No solo en lo que se refiere a la vivienda, también a las condiciones de clima, ya que las soluciones no serán las mismas en zonas cálidas que en zonas muy frías.
Aunque en el interior de la vivienda se goza de algo más de libertad, si se quiere llevar a cabo una verdadera rehabilitación de una vivienda antigua lo mejor es respetar al menos en gran parte los materiales originales. Un ejemplo muy claro lo tenemos en las vigas de madera que en muchas casas hay en el techo y que se pueden mantener incluso aunque se funda el mismo ya que tienen un gran valor ornamental.
Tratar la madera para fortalecerla y darle un mejor aspecto es todo lo necesario para que esta aguante muchos años más, sustituyendo tan solo aquellas vigas que están podridas o que han sido dañadas por golpes o por las inclemencias del tiempo.
A la hora de decorar este tipo de viviendas es también recomendable tener en cuenta su aspecto antiguo y utilizar muebles que en muchos casos han sido restaurados y que son de la época de la vivienda. Sí se quiere disfrutar de comodidades modernas se puede recurrir a muebles estilo antiguos pero realizados en materiales mucho más actuales.
Otro ejemplo lo tenemos en las antiguas cocinas bilbaínas de leña que había en muchas casas pueden ser utilizadas para la calefacción, pero dejando para cocinar una cocina tradicional más cómoda y rápida de manejar, que puede quedar menos visible para no romper el encanto de la cocina antigua.