AÑO DE REFORMAS

Este año con todo lo de el coronavirus no he podido hacerle a mi madre el regalo de cumpleaños que se merecía y he decidido comprarle unas cortinas plegables para su nueva habitación que ha estado reformando después de que aparecieran unas humedades en las paredes por culpa de las obras que teníamos en el edificio colindante al nuestro.

 

Llevamos de reformas ya unas cuantas semanas porque tuvimos que vaciar dos habitaciones enteras para que nos las pintan los pintores de la obra de al lado y por el momento huelen demasiado fuerte a pintura como para poder habitarla tan rápidamente, por eso tenemos que esperar un poco para poder volver a meter los muebles en cada habitación otra vez. Lo bueno de esto es que así nos podemos ir deshaciendo de cosas que ya se debieron de tirar hace ya bastante tiempo. A mis hermanos ya se les ha dicho que lo que no reclamen o no quieran se va a ir a la basura, en mi casa hay demasiadas cosas que mis hermanos no se llevaron cuando se mudaron a sus respectivos pisos y son cosas que nos restan espacio a mi madre y a mi que somo los que seguimos viviendo en nuestro piso. Durante años no les hemos dicho nada pero ahora ya nos empiezan a molestar porque no nos sobra sitio para guardarles lo que quieran.

 

Por fortuna las reformas ya casi han llegado a su fin y pronto vamos a poder disfrutar de las habitaciones que antes no podíamos utilizar a causa de las humedades que nos habían producido y de los olores que las humedades dejaban. 

 

La habitación a la que me voy a mudar yo, ya fue mi habitación cuando era un niño e iba al colegio pero años más tarde mi hermano mayor me pidió que le cambiase la habitación porque en la que ya habitaba era bastante más grande y a mi en ese momento me daba igual. Incluso para mí mejor porque como soy muy desordenado cuanto menos espacio tenga para tirar las cosas por ahí mejor que mejor.

Tres tipos de cortinas perfectas para lugares muy concretos

Las cortinas o persianas venecianas son un clásico que siempre se mantiene de moda. No han dejado de llevarse nunca y en las casas de ahora, prácticas y con acabados minimalistas, han ganado muchos puntos porque son muy fáciles de limpiar y también de instalar.

No hay que preocuparse de descolgarlas y lavarlas, solo de pasarles un plumero cuando se hace la limpieza diaria o lavarlas con una esponja y jabón cuando se quieren tratar en profundidad, recordando siempre que tienen que quedar perfectamente secas al acabar.

cortinas venecianas de aluminio: Son económicas y muy personalizables ya que el aluminio podemos encontrarlo en prácticamente todos los colores. Tienen una buena resistencia a la humedad, pero una vez que esta ha comenzado a hacer mella pueden deteriorarse con cierta rapidez. Por este motivo, las venecianas de aluminio se recomiendan para la sala de estar o para un dormitorio, donde hay menos humedad y el color puede ser más importante.

Le dan a la habitación un aire muy juvenil pero no son las ideales para niños porque pueden tratar de doblarlas para ver hacia afuera y, aunque son flexibles, si se hace sin cuidado puede acabar saltando el esmalte.

-Cortinas venecianas de PVC: Muy parecidas a las de aluminio, pero bastante más flexibles y mucho más resistentes a la humedad. Por este motivo es frecuente encontrarlas en la cocina o en el cuarto de baño, estancias en las que la humedad siempre es mayor.

Al igual que las venecianas de aluminio se encuentran fabricadas en serie en muchos tamaños distintos y también en muchos anchos de lama. No son caras y se encuentran en diferentes tonos, lo que hace que encajen en cualquier ambiente.

-Cortinas venecianas de madera: Son las más elegantes y también las más caras, pero por su aspecto encajan más bien en viviendas de campo o en decoraciones rústicas. También pueden encontrarse en casas muy elegantes en las que la madera tenga un gran protagonismo. Pueden estar colocadas prácticamente en cualquier habitación ya que en las casas rústicas incluso pueden ser el único tipo de persiana en toda la casa.

Podemos encontrarlas en diferentes calidades, con distinta madera para su elaboración y también con acabados de barniz variados. Aunque se pueden encontrar fabricadas en distintos tamaños, es más habitual encargarlas a medida, ya que así quedarán perfectas en la ventana.

EN LOS BARRIOS RICOS TAMBIÉN SE MODERNIZAN

El otro día estaba dando un paseo por una zona en la que la mayoría de las casas son chalets de gente adinerada, y me di cuenta de que ya no había las clásicas cortinas en las ventanas. En casi todas las casas habían cambiado las cortinas de toda la vida por unas cortinas venecianas, que son más fáciles de limpiar y de instalar. Para lavar las clásicas cortinas hace falta sacarlas, cosa nada sencilla en muchos casos, y hace falta tener una lavadora la cual tenga la capacidad para poder lavarlas, ya que no en todas las lavadoras se pueden lavar las cortinas, y si no dispones de una lavadora lo suficientemente grande hay que llevarlas o bien a una tintorería, donde te cobrarán lo que a ellos les venga en gana, o bien lavarlas tu mismo en una de esos sitios donde te dejan lavar la ropa en unas lavadoras industriales grandes. Mientras que las cortinas venecianas se pueden limpiar muy fácil y rápido con un simple paño húmedo.

Esas cadenas de sitios de lavado en la que te alquilan las lavadoras están muy extendidas en países como los Estados Unidos, pero aquí todavía están comenzando a extenderse y la gente no está acostumbrada a llevar su ropa a lavar fuera de su casa. En nuestro país es más normal que cada familia tenga su propia lavadora en casa, por lo que llevar la ropa a lavar a otro sitio nos parece un poco chocante, pero entiendo que en otros países no les es tan sencillo disponer de una lavadora en casa, por lo que esta clase de establecimientos son muy populares. Les sale mejor a la gente que vive en esos países lavar la ropa una vez a la semana que comprarse una lavadora y poder lavar la ropa cuando les venga mejor, personalmente yo no lo veo así, aunque supongo que serán diferencias culturales.

Sea como sea, veo que las clásicas cortinas están llegando a su declive y están llegando una nueva generación de cortinas y estores que les están quitando el sitio a las antiguas.

Tendencias en cortinas

Las cortinas son una parte importante de la decoración en las estancias así que si quieres apostar por cortinas de calidad que a la vez estén de moda y que destilen estilo, no te pierdas las tendencias en cortinas para este 2017. Toma nota de ellas.

El tejido screen. Es sin duda una de las tendencias del momento por varios motivos. Se trata de un perfecto aislante, ya que evita la entrada del calor y frío, permitiendo el paso de la luz, también protege de los rayos UV. Además presenta gran resistencia al paso del tiempo y las inclemencias meteorológicas, todo ello con un mantenimiento mínimo y fácil puesto que basta con pasarle un paño húmedo y es una opción ignífuga, ya que en caso de incendio, el tejido screen de fibra de vidrio, no ayuda a propagar el fuego, y además tampoco emite gases tóxicos.

Las cortinas de lamas pueden ser otra gran opción ya que te permiten regular la entrada de luz según tus necesidades, también en un momento dado nos permite crear separaciones, o ambientes más íntimos. Dentro de las opciones de lamas encontrarás  cortinas verticales, estores día y noche, las persianas venecianas tanto en aluminio o pvc y de madera.

Los estores monocromos son otra de las opciones que tendrás a tu alcance. Se trata de una posibilidad que permite una integración más fácil en cualquier ambiente, y están especialmente indicados para decoraciones minimalistas en tonos neutros, si ya disponemos de estampados en otros textiles, en paredes o suelos, o para remarcar un tono decorativo en una estancia. En cuanto a las texturas más buscadas en la actualidad, los estores de texturas naturales son los grandes favoritos. Resultan muy acogedores y son ideales para conseguir una decoración rústica, pura o sencilla, tanto en lisos como con estampados serán un acierto.

Incluso si te gusta personalizar al máximo tu decoración podrás decantarte por determinadas colecciones en los que eliges la frase que formará parte de tu día a día, o esa imagen fotográfica que quieres incluir en tu hogar o lugar de trabajo; recomendados para ambientes más informales, desenfadados o ideales para una empresa.

LO PUEDO ARREGLAR TODO

Cuando el otro día me propusieron arreglar unas persianas de madera no sabía qué contestar, para empezar, no tenía ni idea de cómo iba a emprender esta tarea que nunca había llevado a cabo, pero eso era algo que tampoco me preocupaba en exceso.

Al final se me ocurrió que a lo mejor había alguna clase de video en internet que me ayudase a comprender el funcionamiento correcto de las persianas, ya que hay muchos modelos diferentes y de diferente funcionamiento, para así poder arreglarlas con más facilidad que si no supiese nada. Resultó ser de lo más sencillo, sólo hace falta ser un poco mañoso, al fin y al cabo, solamente tenía que aprender a colocar la correa con la que nos ayudamos para poder subir y bajar la persiana.

Para arreglar la persiana sólo me hizo falta comprar una correa que fuese lo más similar posible, en cualquier ferretería las podrás encontrar con facilidad, lo siguiente sería medir la longitud de cuerda que iba a tener que necesitar para suplir la antigua correa rota, una vez tomada la medida correspondiente procedí a la instalación de la misma, primero tuve que desmontar la parte en la que se enrolla la correa y después tuve que desmontar la caja en la que se encuentra la persiana, esa fue la parte más sencilla ya que solamente había que desatornillar unos pocos tornillos, lo siguiente que tuve que hacer fue comprobar cuál era el sentido correcto para enrollar la correa en la guía de la persiana, para no montarla mal y descubrir al final que no se abría ni se bajaba. Ahora que ya sabía cómo tenía que colocar la correa fue todo muy sencillo, tuve que hacer un nudo fuerte en el extremo de la correa donde se engancha a la parte que va dentro de la caja de la persiana, después de enrollar la correa de la forma correcta solo quedaba engancharla en la pieza que había desmontado anteriormente, una vez enganchada sólo quedaba comprobar que funcionase correctamente antes de volver a colocar la caja de la persiana y los embellecedores que tenía.

Esta experiencia me ha enseñado que se pueden arreglar un montón de cosas de casa con muy poco esfuerzo.

La vida en moteles de carretera

Los aficionados a las películas hollywoodienses conocen bien los moteles de carretera. ¡Cuántas películas están ambientadas en estos lugares! Tal vez la más famosa de todas sea Psicosis. Desde aquella película de Hitchcock, ducharse en la habitación de un motel nunca ha vuelto a ser lo mismo. Pero la ficción supera a la realidad. Los moteles de las carreteras secundarias ya no son lo mismo. Sí, algunos tienes cortinas foscurit pero es difícil encontrar un Norman Bates que te entretenga cuchillo en mano y peluca en cabeza.
De cualquier forma, son muchas los viajeros que año a año se van a Estados Unidos para vivir su experiencia en carreteras famosas como la Ruta 66. Esta ruta fue clave en el desarrollo de Estados Unidos ya que unía el Este con el Oeste. Partiendo de Chicago, esta carretera terminaba a las orillas de la playa de Santa Mónica. Pero muchos de los primeros viajeros que recorrieron la Ruta 66 no pensaban en darse un chapuzón, sino en encontrar trabajo.
Durante la Gran Depresión que asoló este país en la década de los 30, miles de personas dejaron sus trabajos en el Este y otros estados centrales y se fueron hacia el Oeste buscando una vida mejor. Fue así como los estados del Oeste estadounidense comenzaron a prosperar.
Pero los tiempos cambiaron y la envejecida Ruta 66 palideció ante las nuevas interestatales más anchas y de mejor trazado y a mediados de los 80 dejó de formar parte de la Red de Carreteras oficial del país. Fue entonces cuando muchas asociaciones se organizaron para recuperarla como parte de la historia de Estados Unidos.
Y en esto los americanos son únicos. Son capaces de hacernos creer a los europeos que un edificio con menos de 100 años es historia sagrada, y nosotros, los europeos, que sabemos un poco de historia, miramos sus ‘monumentos’ con admiración.
Y así es como miles de personas de todo el mundo viven cada año su experiencia Ruta 66 en moteles de carretera con máquina de hielo, veleta, pozo de agua y cortinas foscurit. Pero en la mayor parte de la ruta 66 no hay lugar para las sorpresas. Todo está preparado para que el turista compre una chapa y se meta una buena hamburguesa entre pecho y espalda.